sábado, 29 de octubre de 2011

Agonica Humanidad

Terribles son los momentos por los que atraviesa la humanidad de la tierra. Agónica la situación que soporta cada hombre, sin distinción de posiciones sociales, clases y castas: Incierto y obscuro está el horizonte, anubarrado de negruras que agobia a todos con una incertidumbre que nadie logra deshacer, habiendo en el presente, hombres de más conocimientos que nunca. ¿Cuál es la causa?... Para todos es misterio aterrador. Hasta las matemáticas les mienten y los conducen por los caminos más extraños, en procura de una defensa que nadie encuentra; con lo que, todos caen en la inacción más aterradora, o idean defensas descabelladas que soliviantan a otros, porque en verdad, ninguno comprende la causa y no emprenden el verdadero camino que los conducirá a la tranquilidad de su conciencia. Y es porque, todos sienten remordimientos agobiantes en su alma, porque todos tienen procesos, de hechos punibles ante la Ley divina, que en su inexorable Balanza, pesa muy fiel y dice la verdad y ésta quiere imponerse, porque la obliga la gravedad de la ley inmutable del progreso. Y sin embargo, cada hombre tiene en sí mismo la palanca que puede mover esa losa y salir del agobio: pero todos temen usar de esa palanca, porque, los que se creen sabios, se van a ver, legos a lo absoluto, en la verdad de la sabiduría del espiritismo, que todo lo sabe y los grandes supremáticos se verían causantes de esta incertidumbre y agonía y prefieren morir aplastados mejor que descubrirse culpables, porque temen una represalia de sus agobiados y engañados tan largos tiempo, porque enlodaron, desfigurando, calumniando y queriendo matar al inmortal operador del progreso, que es la única palanca capaz de mover y tirar muy lejos esa aplastadora losa que mata asfixiada, a toda la humanidad:

No hay comentarios:

Publicar un comentario