domingo, 6 de diciembre de 2009

Masonerias...


Para que ustedes sepan que hay también una masonería Alta y una Pequeña, y hasta una masonería Roja y otra Azul y otra Blanca, relacionada con los grados masónicos. Existe una masonería Evangélica que tiene por objeto la propagación del Evangelio; y existe otra denominada Montaraz o de los Bosques, que supuestamente data de la más remota antigüedad y que pretende el capricho de que los “hermanos” masones se ayuden y protejan en las vastas soledades de los montes y las selvas. Hay una masonería de Adopción, a la que pueden acudir las señoras que se sientan discriminadas por no poder tener acceso a las logias “machistas” que sólo aceptan a los hombres; y también una masonería Adonhiramita, invención absolutamente misteriosa de un tal barón Tschoudy. Pero sin duda la más sugerente es la masonería Oculta, a cuya definición, encontrada en el fundamental Diccionario Enciclopédico de la Masonería, no me puedo resistir: “Nombre de la Masonería filosófica que deriva directamente de los grandes principios y misterios de los tiempos y sabios de la Antigüedad. Forman su esencia y estudio el poder de los números según Pitágoras