lunes, 8 de marzo de 2010

Dia internacional de la Mujer.


La mujer constituye el 50% de la humanidad. En el mundo profano, a medida que la organización del tejido social ha evolucionado, la mujer ha ido ocupando cada vez mayores y mejores espacios, como partícipe y protagonista de la actividad económica, política, social y cultural de su comunidad, de su nación y del mundo.

Por el contrario, en lo esotérico, sobre todo desde la época del paradójicamente llamado Renacimiento ( 1.- Al respecto, ver: Fulcannelli, “El Misterio de las Catedrales”, Editorial Plaza y Janes, Barcelona, España, p. 81 y ss.), se ha visto limitada para ejercer e incrementar su potencial físico, mental y espiritual, hecho lamentable desde siempre, pero particularmente inadmisible en nuestro tiempo, justo en un momento en donde el ser humano, ante el materialismo y la descomposición de las tradiciones y estructuras filosóficas y morales, busca desesperadamente refugio en toda aquella institución o doctrina que le abra sus puertas, que le muestre aunque sea a lo lejos, una pequeña señal de luz y de esperanza trascendental.

En este contexto, tenemos que en el caso de la Francmasonería, curiosamente uno de los temas ésta guarda desde sus orígenes "Andersonianos" con el mayor recelo en el fondo de sus anales obscuros, es el de la Masonería femenina.

Y digo curiosamente, porque a pesar de que nació casi al mismo tiempo que la masculina, ha sido, sin embargo, víctima de un gran silencio de los dedicados a estudiar estos asuntos, sea esto posiblemente causado por desconocimiento del tema o por considerarlo un tabú que al develarse podría trastocar principios fundamentales de la organización, como el de Igualdad, arista indiscutible del triángulo democrático liberal.Este oscurantismo, como todos los de su clase, hijo de la Ignorancia y la Intolerancia, ha provocado una gran laguna en los estudios masónicos, que hasta ahora no se ha querido, ni se ha sido capaz de llenar.

La ignorancia siempre engendra monstruos. En ciertos casos, es triste ver que en su error y podría decir, en su ingenuidad, algunos masones llegan a extremos tales como al desprecio, y adoptando una actitud que podríamos llamar "masónica-machista", consideran el tema de la masonería y la mujer cuando mucho como un tema de cafetín, pero en ningún caso digno de ser llevado una a reflexión y discusión profundas.
hoy ya la msoneria femenina y mixta esta al luz de los hombres y de los masones.