Hay dos logias femeninas en Cuba, una en la Habana y otra en Pinar del Río. |
Desde el siglo XIX, cuando surge la masonería en Cuba, esta era una actividad exclusiva de hombres y aun hoy no son pocos los que perciben la participación femenina como una herejía que viola una de las tradiciones más antiguas.
Las masonas chilenas son las que las apadrinan, los contactos empezaron hace ocho años, según nos cuenta la Doctora Gisela Medina, cuando se pusieron de acuerdo para buscar mujeres con las cualidades necesarias.
La mayoría de estas mujeres -que tienen desde los 18 hasta los 50 años- son esposas, hijas o familiares de masones, personas que conocían los principios generales de esta organización fraternal y que simpatizaban con ellos.
El perfeccionamiento humano
"La masonería hace de las personas seres humanos de bien y virtuosos", nos cuenta Gisela y agrega que eso significa "enriquecerse intelectualmente, ser fraternal, discreta, tolerante, sencilla y modesta, entre otras cosas".
Rebeca Coronel, licenciada en contabilidad, es hija de un masón del Grado 33. "En mi juventud yo soñaba con ser varón solo para poder ser masón", dice que busca "sabiduría, ayudar a sus semejantes y aprender a ser tolerante".
Melina Fernández, de sólo 18 años, pertenece al grupo. |
"Si es algo tan bueno para la superación y perfeccionamiento del ser humanos no tiene sentido que las mujeres queden excluidas", nos explica Gisela Medina, quien es además médico especialista en primer grado de cirugía máxilofacial del hospital Calixto García.
Solo para hombres
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta irrupción femenina. Según nos cuenta Gisela "los masones están a la expectativa, hay muchos que están a favor, como también hay quienes, debido a su tradición, no conciben a una mujer dentro de la masonería".
Cada vez son más los masones que comprenden que no se las puede excluir (a las mujeres) de la masonería José Manuel Collera |
También nos explica la causa histórica de esta marginación: "es que el concepto de masón es el del ser humano libre y, en la época en que se funda la masonería, la mujer no era libre por lo que veía limitado su ejercicio de la parte esotérica".
"Sin embargo, el mundo ha evolucionado y ellas realizan las mismas tareas que un hombre y son totalmente independientes por lo que no hay razón doctrinal, filosófica o iniciática que les impidan ser masonas", afirma a la BBC el Dr. Collera.
Reconocimiento oficial
A nivel oficial parece que no enfrentarán problemas para establecerse jurídicamente, ya se iniciaron las conversaciones con las autoridades del Partido Comunista que las atienden y todo ha ido sobre ruedas, según nos explican.
Las autoridades les han dado un local pero se encuentra en malas condiciones. |
Agrega que "en estos momentos tenemos un local que nos facilitó el gobierno y que ahora estamos preparando para convertirlo en nuestra sede. Cuando se cree la Gran Logia Femenina de Cuba se podrá registrar oficialmente".
Efectivamente, con los escasos recursos propios con que cuentan están reparando un viejo local en el que algún día habrá dos columnas, una de piedra rustica y otra de roca pulida, que ejemplifican el camino hacia el perfeccionamiento humano.
Se sumarán así a los 30 mil cubanos, nucleados en otras 300 logias, y por primera vez, nombres femeninos engrosaran una larga lista que se inicia con los padres de la independencia, entre ellos el propio José Martí.
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